jueves, 15 de junio de 2017

Gran Madre de los indios Hopi



La Mujer Araña, la que teje la vida, Gran Madre de los indios Hopi nativos de la zona sudoeste de Norte América
Esta Diosa también conocida como Abuela Araña, Diosa Madre generadora de vida en la tierra, con la capacidad creadora de la araña al tejer su tela; pero también con su agresividad. Su tela, es una red en espiral, Simbolizando así el centro del mundo.

En otras tradiciones asume el papel de divinidad que guía a los hombres hacia los mundos superiores. También juega un papel fundamental en un mito que se repite entre las diversas culturas: el robo del fuego a los dioses. La astuta araña se lo entregó a los hombres, a pesar de que Cuervo, Culebra, Búho y Caballo habían fallado previamente (mito Cheroquee).

La leyenda de la Mujer Araña aparece en muchas culturas nativas alrededor del mundo. Los antiguos entendían estas fibras luminosas en un nivel muy profundo, en el cual nos marca la unión entre todos los seres que existimos en este mundo, sea separado por especie o unido por habitad, todos tejemos juntos el mundo en el cual vivimos, a través de la energía y el pensamiento, entendiendo que “la energía sigue al pensamiento”. Cuando la gente dice que somos lo que pensamos, esto es de algún modo verdadero y debemos entender lo que verdaderamente significan estas palabras. Y lo que significan es que, en un nivel, todos somos responsables por cada hilo, por cada fibra que nos conecta

Los indios Hopi cuentan con un espíritu poderoso como aliado, la Mujer Araña es un animal considerado como medicina viviente, fuente de consejos y auxiliador de gente en peligro.
Para las tribus de California es un espíritu vengador que castiga el mal.
Si hablamos de sus mitos les contare que se dice: que al principio solo existían Tawa, el Dios Sol, y Mujer Araña, la Diosa Tierra. Todos los misterios y el poder del cielo pertenecían a Tawa, mientras que Mujer araña controlaba la magia de la tierra.... Al comienzo del tiempo, una chispa de conciencia se encendió en el espacio infinito. Esta chispa era el espíritu del sol, llamado Tawa. Y Tawa creó el primer mundo: una enorme caverna poblada únicamente por insectos. Tawa observó durante unos instantes cómo se movían y sacudiendo la cabeza pensó que aquella población hormigueante era más bien estúpida. Entonces les envió a la Madre Araña que dijo a los insectos:
Tawa, el espíritu del sol que os ha creado, está descontento de vosotros porque no comprendéis en absoluto el sentido de la vida. Así que me ha ordenado que os conduzca al segundo mundo, que está por encima del techo de vuestra caverna.
Los insectos se pusieron a trepar hacia el segundo mundo. La ascensión era larga, tan larga y tan penosa que, antes de llegar al segundo mundo, muchos de ellos se habían transformado en animales poderosos. Tawa los contempló y dijo:
Estos nuevos vivientes son tan estúpidos como los del primer mundo. Tampoco parecen capaces de comprender el sentido de la vida.
Entonces pidió a la Madre Araña que los condujera al tercer mundo. En el transcurso de este nuevo viaje algunos animales se transformaron en hombres. La Madre Araña enseñó a los hombre la alfarería y el arte del tejido. Los instruyó convenientemente y en la cabeza de hombres y mujeres comenzó a despuntar un destello, una vaga idea del sentido de la vida. Pero los brujos malvados, que sólo se sentían a gusto en las tinieblas, extinguieron aquel destello de luz y cegaron a los humanos. Los niños lloraban, los hombres peleaban y se lastimaban: habían olvidado el sentido de la vida. Entonces la Madre Araña volvió a ellos y les dijo:
Tawa, el espíritu del sol, está muy descontento de vosotros. Habéis desperdiciado la luz que había brotado en vuestras cabezas. Por consiguiente, deberéis ascender al cuarto mundo. Pero esta vez, tendréis que encontrar por vosotros mismos el camino.
Los hombres, perplejos, se preguntaban cómo podrían subir al cuarto mundo. Durante largo tiempo permanecieron en silencio. Al fin, un anciano tomó la palabra:
Creo haber oído ruido de pasos en el cielo.
Es cierto -asintieron los demás-. También nosotros hemos oído el caminar de alguien allá arriba.
Así pues, enviaron al «pájaro gato» a explorar el cuarto mundo que parecía habitado. EI pájaro gato se coló por un agujero del cielo y pasó al cuarto mundo, donde descubrió un país semejante al desierto de Arizona. Sobrevoló el país y divisó a lo lejos una cabaña de piedra. Al aproximarse, vio delante de la cabaña a un hombre que parecía dormir, sentado contra la pared. El pájaro gato se posó junto a él y el hombre despertó. Su rostro era extraño, pavoroso; completamente rojo, cubierto de cicatrices, quemaduras y costras de sangre, con unos trazos negros pintados sobre los pómulos y sobre la nariz. Sus ojos estaban tan hundidos en las órbitas que eran casi invisibles, a pesar de lo cual el pájaro gato vio brillar en ellos un resplandor aterrador. Reconoció a aquel personaje: era la Muerte. La Muerte miró detenidamente al pájaro gato y le dijo gesticulando:
¿No tienes miedo de mí?
No-respondió el pájaro-. Vengo de parte de los hombres que habitan el mundo que está debajo de éste. Quieren compartir contigo este país. ¿Es eso posible?
La Muerte reflexionó unos momentos.
Si los hombres quieren venir -dijo finalmente con aire sombrío-, que vengan.
El pájaro gato volvió a bajar al tercer mundo y contó a los hombres lo que había visto.
La Muerte acepta compartir con vosotros su país-les comunicó.
¡Gracias le sean dadas! -respondieron los hombres-. ¿Pero cómo podremos subir hasta allá arriba? Pidieron consejo a la Madre Araña y ésta les dijo:
Plantad un bambú en el centro de vuestro poblado y cantad para ayudarle a crecer.
(cabe aclarar que en las otras dimensiones no existía la muerte solo en la nuestra)
Así hicieron los hombres y el bambú creció. Cada vez que los cantores tomaban aliento entre dos estrofas, se formaba un nudo en el tallo del bambú. Cantaban sin cesar y la Madre araña danzaba y danzaba para ayudar a que el bambú creciera bien derecho. Del alba hasta el crepúsculo cantaron sin tregua hasta que, por fin, la Abuela Araña exclamó:
¡Mirad! ¡La punta del bambú ha pasado por el agujero del cielo!
Entonces los hombres empezaron a trepar por el bambú, alegres como niños. Nada llevaban consigo, estaban desnudos, tan desprovistos como el primer día de su vida.
¡Sed prudentes! -les gritó la abuela-. ¡Sed prudentes!
Pero ya no le oían, estaban demasiado arriba. Alcanzaron el cuarto mundo y en él construyeron poblados, plantaron maíz, calabazas y melones, hicieron jardines y huertos. Y esta vez, para no olvidar el sentido de la vida, pasaron la historia por generaciones para que jamás fuera olvidada.

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martes, 18 de abril de 2017

VIRACOCHA


Para el mundo andino de los tiahuanacotas y otras culturas previas a los Incas, Viracocha era el Creador, el Dios absoluto. Viracocha, Wiracocha o Huiracocha es un dios venerado con diversos nombres y representado de variadas formas que aparece en la Puerta del Sol de Tihuanaco, en la Estela Raimondi de los Chavín, en los tejidos de Karwa de Paracas, en las urnas ceremoniales de Wari y en el Templo de Koricancha de los Incas. En los mitos y leyendas aparece como creador u ordenador del mundo. Uno de los mitos narra que, en un inicio, Viracocha hizo el cielo y la tierra, poblándola de plantas, animales y hombres primitivos que vivían en oscuridad y desorden. El mito sugiere que Viracocha era alto, robusto, blanco, con abundante cabello rubio y barbado, características que no existen en la fisionomía del hombre andino. Viracocha era un maestro de la ciencia y la magia, arquitecto y escultor. Viracocha, también llamado “dios de los báculos” o “dios de las varas”, tenía el nombre completo de Apu Qun Tiqsi Wiraqucha. En quechua, “apu” significa “señor”, “tiqsi” significa “fundamento, base, inicio”; y “wiraqucha” proviene de la fusión de dos vocablos: “wira”: grasa; “cocha”: lago, mar, laguna. Otros historiadores opinan que el nombre correcto es WAIRACOCHA, que en quechua, “waira” significa “viento”. La multiplicidad de crónicas, de diversas fuentes, zonas y períodos, hace imposible una síntesis unificada de todas las ellas. Sin embargo, y aunque en alguna medida incompatibles, es posible trazar un hilo común. Se dice que Virachocha apareció en la isla del Sol del lago Titicaca, y después se dirigió hacia Tiwanaku, donde estableció su asentamiento, y en un primer momento creó: “el mundo oscuro y sin sol ni luna ni estrellas; y por esta creación le llamaron Viracocha Pachayachachic que quiere decir Creador de todas las cosas” (Krickeberg, 1971:185). Una vez hecho eso Viracocha “moldeó” una raza de gigantes monstruosos (quienes habrían erigido la ciudad de Puma Punku), deformes por su gran tamaño, para ver si era conveniente crear a los hombres de ese porte. Ante esto, el mito cuenta que Viracocha reflexionó y dijo: “No es bien que las gentes sean tan crecidas; mejor será que sean de mi tamaño”. Y así creó a los hombres a su semejanza – tallando en piedra las figuras del primer hombre y la primera mujer, y que al darle nombres, éstas cobraron vida -, y estos comenzaron a vivir en la oscuridad. Viracocha mandó a esos hombres a vivir bajo un precepto, con la advertencia que si lo quebrantaban, los hombres serían “castigados y confundidos”. Pero nacieron entre los hombres algunos con vicio y con codicia, por lo que rompieron el precepto, y Viracocha, en castigo, los condenó. “Fueron unos convertidos en piedras y en otras formas, a otros tragó la tierra y a otros el mar, y sobre todos cayó el diluvio universal llamado pachacuti”. El diluvio duró sesenta días y sesenta noches y la leyenda dice que se ahogaron todas las cosas creadas sobre la Tierra. Una vez terminado el Diluvio, Viracocha, creó al Sol (Inti), a la Luna (Mama Quilla) y las estrellas, y decidió crear nuevamente a los hombres con la ayuda de tres asistentes, a quienes delegó también las tareas secundarias de la creación de los animales, las plantas y las flores: “Pasando el diluvio, y seca la tierra, determinó el viracocha de poblarla por segunda vez, y para hacerlo con más perfección determinó crear luminarias (…) Entonces mandó a que saliese el sol, la luna y estrellas y se fuesen al cielo para dar luz al mundo. Y así se hizo, y dicen que la Luna iluminaba más que el sol y este celoso, lanzó un puñado de cenizas a ella” Luego Viracocha, queriendo dejar esta tierra, informó a la gente sobre las muchas cosas que habrían de suceder. Les dijo que con el tiempo habrían de venir gente diciendo ser Wiracocha y a los cuales no les deberían de creer. Y dicho esto, Viracocha junto con sus ayudantes se reunieron en la costa, bajo la línea equinoccial cerca al Ecuador, y se dirigieron hacia el mar, “caminando sobre las aguas, como por la tierra, sin hundirse” y se alejó con sus ayudantes en la inmensidad del océano. En su rol como civilizador de pueblos originarios, su semblante “caucásico”, sus discursos proféticos y su salida por el mar, el mito de Viracocha guarda una similitud milimétrica con la leyenda de Cē Ácatl Tōlpīltzin Quetzalcóatl, Rey de Tula.

sábado, 18 de marzo de 2017

Sagrada Ceremonia Ayahuasca

Esta experiencia sagrada tendrá la guía del Taita José Francisco Jojoa Pai originario de la Etnia Inga custodio y guardián de la sabiduría ancestral de la selva Amazónica del Putumayo. Fecha: sábado 18 de Marzo 2017 Hora ingreso: 6: pm - 8: am Punto de encuentro y salida: Parque Negra Hipólita, entrada principal 5pm Lugar: Finca Linda carretera vía cementerio el Oasis, frente a residencias el Encanto, Municipio Libertador Edo. Carabobo. Venezuela. Para asistir a esta Ceremonia Sagrada es importante llevar un propósito intención o motivo. La ayahuasca es una medicina ancestral indígena, descubierta por chamanes del amazonas hace miles de años. Las propiedades curativas y visionaria de esta medicina le ha conferido el título de planta maestra y de poder, porque enseña, muestra, aclara y también limpia, cura y libera. Recomendaciones previas a la Ceremonia. • Cinco días antes, recomendamos comer moderadamente alimentos frescos, naturales y evitar carnes rojas, cerdo, pollo. Evitar también grasas, picantes, comidas muy condimentadas, cebollas, quesos añejados, ajos y ácidos. Evitar ingerir alcohol y cualquier otro tipo de drogas. • Consumir bastante líquido, sobre todo AGUA dos días antes de la actividad • Comer ligero durante el día de la actividad • Abstenerse de tomar medicamentos farmacológicos como mínimo cuatro días antes de la ceremonia • Abstenerse de tener relaciones sexuales cinco días antes del evento. Recomendaciones para la ceremonia: • Llevar abrigo, suéter, chaquetas, cobijas para el frío, repelente. Llevar ropa cómoda o deportiva de colores claros. • Llevar sleeping bag, cojines, colchoneticas o sillitas de extensión para su cómoda permanencia en el lugar. • Importante traer suficiente agua mineral y papel higiénico. • Traer frutas, pan, jugos y alimentos ligeros para compartir al final de la ceremonia (opcional) Acuerdos durante la terapia • Mantener silencio durante toda la terapia, especialmente en el área de servicio. • Mantener los celulares apagados. • Abstenerse de fumar cigarrillo u otra sustancia durante la ceremonia o después de la ceremonia, en las áreas internas • No se permite, ni el consumo, ni el porte, de bebidas alcohólicas, drogas o cualquier otra sustancia ya que estamos creando un ambiente de sanación durante la actividad. • Contribuir al buen funcionamiento del baño y limpieza del sitio. • Permanecer dentro del perímetro de la ceremonia hasta que haya finalizado la actividad, no es permitido marcharse sin que haya finalizado la actividad. Abstenerse de Participar en los Siguientes Casos: • Las damas que estén atravesando su período menstrual les pedimos muy gentil que se abstengan de participar en la ceremonia. • Las personas que hayan atravesado por una operación quirúrgica reciente o que tengan alguna herida no completamente sanada también deben abstenerse de participar por obvias razones. Las personas Diabéticas tipo 1. Y Los pacientes esquizofrénicos no podrán participar. Las personas que estén tomando antibióticos o que estén en tratamiento médico o psiquiátrico pueden participar en la ceremonia, no obstante, deben suspenderlo 5 días antes e informar de su condición al Taita u organizador antes de iniciar la ceremonia. También pueden participar personas menores de edad, en compañía de sus padres o representantes. Personas con impedimentos físicos o de la tercera edad con limitantes pueden participar con la asistencia de un familiar o amigo a su cargo, solos el acompañante estará exento de participar por obvias razones Finca Linda cuenta con amplios espacios verdes, salón reunión y estacionamiento privado. APORTE 18.000 Bs. INSCRIPCIONES: 0412-0373554 FERNANDO GONZALEZ Es importante que los participantes cancelen sus aportes con antelación a través de los siguientes instrumentos de pago: 1. Deposito o transferencia bancaria: Banco: BBVA PROVINCIAL CUENTA DE AHORROS 0108-0222-99-0200305261 A nombre: JOSE FERNANDO GONZALEZ Correo: declaratudeseo@gmail.com C.I. 12.226.036 2. Puede hacer su cancelación también con saldo en Mercadopago 3. Aceptamos Pago en moneda extranjera a través de su cuenta PayPal Hecha su cancelación debe enviar a la brevedad posible los soportes de pago, foto o captura de pantalla, con su nombre completo al correo: declaratudeseo@gmail.com o al número WhatsApp 0412-0373554 NOTA: Las personas que cancelen y no asistan por causas mayores no imputables a la organización solo se le reembolsara el 50% del dinero debido a costos de alquiler, traslados y logística del evento. Solo el organizador tiene los derechos de hacer los cobros de los aportes a través de las cuentas y los instrumentos destinados para tal fin, y el mismo hará los reintegros si fuere necesario. Pagar

sábado, 7 de enero de 2017

Cosmovisión andina

Para entender el pensamiento del antiguo inca, debemos saber antes que las sociedades que se desarrollaron en la región andina eran básicamente agrícolas. Por ello y al igual que en otras civilizaciones similares, los antiguos incas desarrollaron un profundo conocimiento del medio natural que les rodeaba, creando en torno a él una serie de divinidades que de alguna forma daban protección y sustento a los hombres, y por tanto, eran objeto de ritos, sacrificios y como no, cantos. Los dioses, héroes y otras divinidades menores vivían en el Hanan Pacha, el mundo de arriba, celestial y supraterrenal, al que se accedía cruzando un puente hecho de pelo, y que solía representarse con la figura de un cóndor, el ave no marina más grande del mundo. Los hombres vivos vivían en el Kay Pacha, que por así decirlo se trataría del mundo tal y como lo conocemos, el medio donde los hombres nacen, crecen, cosechan y viven bajo la tutela de los dioses, este mundo se representaba con al figura de un puma, un gran felino de gran adaptabilidad que vive desde Alaska hasta Patagonia, es el segundo felino más grande de América tras el jaguar. Cuando los hombres corrientes morían, viajaban al Uku Pacha, el mundo subterrenal de los muertos y no nacidos que estaba bajo la superficie terrestre, y al que se podía acceder por algunos lugares prohibidos y malditos, tales como simas o cuevas. Toda esta organización cósmica era responsabilidad del dios supremo para los incas: Wiracocha.
Qun Tiksi Wiraqucha Pachaq Yachakchi El gran hacedor de todo el Universo andino fue Wiracocha, señor y maestro del mundo que surgió de las aguas y lo creó todo. Wiracocha fue un dios nómada que tenía un pájaro mago que conocía el presente y futuro. Según los mitos, este pájaro era un Caracara andino con alas de oro, y por aquel entonces se consideraba a esta especie como un mensajero de los dioses, con cuyas plumas se elaboraban las mascapaichas o coronas con las que se distinguían los antiguos reyes incas. Wiracocha creó a los hombres tallandolos en piedra, y conforme les iba dando sus nombres, éstos cobraban vida propia y se desenvolvían a través del oscuro Kay Pacha, pues la luz del Sol aún no había sido creada. Más adelante, Wiracocha creó dos ayudantes: Tocapu Wiracocha e Imaymana Wiracocha, a los que envió en direcciones Este y Oeste para dar nombre y vida a todas las plantas y animales que conocemos hasta el mar, en donde ambos creadores se perdieron en la inmensidad del océano. Dado que Wiracocha era el dios supremo para los Incas, éstos solo permitían a la antigua clase noble realizar sus rituales y veneraciones para con este dios. Wiracocha tuvo dos hijos a los que se consideró dos deidades de segundo orden: el Sol Inti y la Luna Mama Quilla, además de todas las estrellas del firmamento. En honor a Wiracocha existían en la sociedad inca los llamados Amautas, sabios sacerdotes al servicio del dios y responsables de la educación de los futuros emperadores incas.
Mama Quilla La Madre Luna, en quechua Mama Quilla, era hija de Wiracocha, y a la vez madre, hermana y esposa del Sol Inti, así como madre de todas las estrellas del firmamento. En los rituales Mama Quilla era representada por un disco de plata que destelleaba rayos que simbolizaban su poder divino, básicamente era objeto de veneración para las mujeres, quienes la pedían consejo y protección. En su honor los incas celebraban un ritual llamado Coya Raymi. En el hoy desaparecido Templo del Sol en Cuzco, Perú, unas sacerdotisas veneraban una estatua de Mama Quilla, que desapareció cuando los europeos lo destruyeron y construyeron sobre sus ruinas el Convento de Santo Domingo.
Inti El Padre Sol, Tata Inti en quechua, fue otra importante deidad para los incas, hijo de Wiracocha, hermano y esposo de Mama Quilla. Era representado por un elipsoide de oro del que brotaban rayos que simbolizaban su poder divino, en paralelismo con el disco de plata de Mama Quilla. Para el dios Inti iban dirigidos los ritos y plegarias de los incas para mantener los ciclos climáticos de lluvia y sol, que asegurarían las buenas cosechas y el sustento de la sociedad, fue también objeto de numerosos templos en su honor, el más importante de ellos el ya citado de Cuzco.
Dioses de la sociedad-naturaleza Los cultos de Amaru, Mallku y Pachamama son la formas más antiguas de celebración que los aimaras aún realizan en la actualidad. Pachamama Traducido al español como Madre Tierra, se trataba de una divinidad que representaba tanto la tierra en si como todas las formas de vida que albergaba sobre ella y que servían de sustento para los humanos. No se trataba por tanto de una diosa creadora sino protectora y proveedora, a la que se le asiganaba el poder de la fertilidad de la tierra así como de la fecundidad de las mujeres. Era objeto de continuos sacrificios, llamas y vicuñas preferentemente, con los que se apaciguaba su hambre y se impedía así la proliferación de enfermedades o sequías. También se le ofrecían hojas de coca, conchas marinas y sobre todo fetos de llama. Con la llegada de los europeos a Sudamérica, el culto a la Pachamama obviamente se reprimió y se persiguió, de tal manera que los amerindios rezaban por su diosa a través del culto a la Virgen María. El ritual general para la Pachamama era la challa o pago, y era auspiciada por ancianos o personas de gran relevancia social en las comunidades que, en el caso de los aymaras, recibían el nombre de yatiris.
Mallku Kunturi Mallku es el señor de las grandes alturas, no solo de las montañas andinas, sino también de las diversas jerarquías humanas del antaño, y que se representa con un cóndor. Su poder y veneración estriba en la nieve de las cumbres más altas de los Andes, al fundirse, esta nieve se transforma en agua y sirve para crear ríos que fertilizan y enriquecen la tierra. Bajo su poder están además los llamados Apus, unas divinidades menores a los cuales se les atribuye influencia directa sobre los ciclos vitales de la región que dominan desde sus respectivas montañas, y a cuyo nombre se ofrecían incluso sacrificios humanos conocidos como Capac Cocha.
Amaru Otra deidad representada esta vez por una serpiente con alas, con ojos de cristal, hocico rojo y cola de pez. Representaba la riqueza y vitalidad que suponía el agua fluyendo a través de ríos y arroyos por la tierra. Además se decía que todo lo que componía la vida estaba escrito en sus escamas. Su fiesta, se realiza en agosto cuando se produce la limpieza de los canales de irrigación, siendo el jefe de familia quién oficia de celebrante.
Pachacámac El soberano del mundo era una reedición de Wiracocha, el dios supremo, era el dios de los temblores. Hijo del Sol Inti, Pachacámac, quien al salir a nuestro mundo subió a la cumbre más alta, para lanzar las cuatro piedras a los cuatro puntos cardinales, tomando así posesión de todo lo que abarcaba su vista. Tras él surgió otro hermano, el astuto y ambicioso Manco Cápac, quien aprovechó su confianza para lanzarle al vacío y hacerse él con el poder, tras haber encerrado a Pachacámac en una cueva. Pachacámac era también objeto de gran devoción, inspirando la construcción de numerosos templos, como el gran santuario de Inti-Huasi o Coricancha en Cuzco.
Mama Cocha Era una diosa a quien se le rendía culto para calmar las aguas bravas y para la buena pesca. Era la deidad que representaba todo lo femenino, diosa del mar, lagos, ríos y de la pesca en general. A menudo se la identificaba con la misma agua de lluvia que cae para fertilizar la tierra. Siguiendo un paralelismo con los elementales de la Naturaleza, Pachamama era la diosa de la tierra, la propia Mama Cocha era la diosa del agua, mientras que Mama Nina era la diosa del fuego, y Mama Wayra la diosa del viento. Divinidades de alimentos, los Conopas
Mama Sara Era la Madre Maíz para los antiguos incas. A algunas plantas de maíz se las vestía como muñecas que representaban a Mama Sara. Se la asociaba también con el sauce.
La hoja de coca Desde siempre la hoja de coca ha tenido una gran importancia místico - religiosa para las culturas andinas por el hecho de que al masticarla se alivian los males del hambre y el cansancio. La coca fue considerada un artículo de lujo en tiempo de los incas y utilizada durante los ritos sacerdotales únicamente por los emperadores y nobles. Aunque hoy día el acto de compartir la coca y consumirla conjuntamente con otros es un hecho muy importante que sella relaciones de confraternidad y confianza entre los participantes
La papa La papa o patata es otra planta venerada por los antiguos incas como fuente de alimento, debido sin duda a su potencial nutritivo. Originaria de América del Sur, hoy día se cultiva en prácticamente todo el mundo desde que los conquistadores la llevaran a Europa más como curiosidad botánica que por necesidad alimenticia, irónicamente este tubérculo se convirtió en un gran sustento para las clases más bajas en el viejo continente
Kon Era el dios de la lluvia y el viento que venía del Sur, hijo de los dioses Inti y Mama Quilla. Kon era un dios antiguo que pobló la tierra de seres humanos y les brindó agua y frutos, salía de entre las montañas y la gente siempre esperaba su llegada ya que con él venían las lluvias para la prosperidad de sus tierras de cultivo, pero los humanos se olvidaron pronto de las ofrendas que debían darle. Entonces Kon los castigó quitándoles las lluvias y transformando las fértiles tierras en los inmensos desiertos de la costa. Kon solo dejó algunos ríos para que con mucho esfuerzo y trabajo los humanos puedan subsistir. El dios Kon fue el creador de esa primera generación de hombres que poblaron la tierra, pero un día fue vencido por Pachacámac quien los convirtió en monos, zorros y lagartos para luego crear una nueva generación de seres humanos. Otras deidades menores Supay: corresponde a un ser que habita las profundidades de la tierra (Uku Pacha) y el inframundo de los muertos, que puede ser tanto malo como bueno, aunque con la llegada del Cristianismo se le consideró como el "diablo andino". Achachilas: espíritus tutelares sabios que protegen a los pueblos y que encarnan la presencia de los antepasados. Habitan las montañas y los cerros cerca de las comunidades, vigilando, compartiendo los sufrimientos y dando bendiciones. Illapa: dios del trueno y la batalla. Kuka Manka: una constelación que cuidaba de las hierbas mágicas. Sara Manka: una constelación que cuidaba de los alimentos vegetales. Chinchay: el dios jaguar. Wasikamayuq: el dios guardián del hogar. Hurkaway: una serpiente que representaba la divinidad de lo que había bajo tierra. Mallko: dios de las leyes. Vicama o Atipa: dios de la guerra y la venganza. Catequil: dios del rayo y del oráculo. Huari: dios gigante de la guerra Tunupa: dios del volcán y del rayo, responsable del orden en el cosmos con la ayuda de Tarapacá y Taguapacá. Chuqui Illa: dios de la lluvia, granizo y relámpagos, vinculado a Inti.